“Barcelona encarna, por la presencia de una fuerte población inmigrante árabo-musulmana, la viva imagen de las grandes ciudades mediterráneas de hoy día. Es una ciudad profundamente mestiza y que se acepta como tal. Simboliza una cultura de intercambios que permite a mujeres y hombres venidos de todas las partes del mundo asociarse, vivir juntos, mezclarse y tejer así esa unión de mediterráneos con la cual han soñado desde siempre los mejores espíritus”
Sami Naïr, catedràtic de Ciències Polítiques
“Me gusta que sea un lugar de perplejidad, de desconcierto, de problemas idiomáticos, como una especie de representación o materialización del caos”
Javier Calvo, escriptor